Érase una vez un pequeño escarabajo pelotero. Por si no lo sabéis estos insectos portan una pelota que van haciendo cada día más grande para alimentar a sus larvas.
Este escarabajo en concreto se desplazaba por el bosque hablando consigo mismo
"Necesito más estiércol para mi pelota" y murmurando cosas como "no es suficientemente grande" pese a que aunque esférica, era muy difícil moverla debido a si gran tamaño.
Un caracol, que no entendía al escarabajo, le preguntó:
"¿Porque quieres una pelota tan enorme? El resto de los escarabajos como tú hacen pelotas la mitad de grandes, si sigues asi no podrás ni moverla."
Nuestro pequeño amigo le dijo: "¡No es suficiente!"
Al día siguiente la pelota tenía un tamaño aún mayor y prácticamente no rodaba pese a los esfuerzos del escarabajo.
El caracol volvió a advertirle: "Si sigues así no podrás usarla en tu nido".
Pero el escarabajo le miró seriamente muy molesto y le gruñó para que no se metiera en sus asuntos.
Al día siguiente la pelota pesaba tanto que era imposible moverla y el escarabajo le pidió ayuda al caracol para arrastrar la bola hasta su nido. Éste le dijo: "Tu avaricia te ha impedido llevar a cabo tu tarea".
Aprecia lo que tienes en su justa medida.
